A sus 14 años, Vika reside en una pequeña localidad situada en la región rusa de los Urales. Recolecta frutos silvestres que crecen en los humedales y ayuda a su madre a venderlas en un mercadillo de la calle. Le gustan las clases de coreografía de la escuela, pero tiene un problema: está embarazada de un bebé al que no desea.