Años, 90. Dima trabaja como tractorista en Moldavia. Ajeno a su trabajo desea con alistarse en el ejército para participar en la guerra local en la frontera de Transnistria. Por el camino conoce a Vasea, un veterano de la guerra de Afganistán, que decide unirse a él. De camino al frente, ambos encuentran un cadáver carbonizado. Sin ayuda de nadie que pueda identificar el cuerpo y ante la negativa de las autoridades, Dima y Vasea emprenden un viaje con el cádaver a cuestas para descubrir quién era realmente.