Madalena nunca tuvo una vida sencilla debido a ser una mujer trans. Su vida acaba en desgracia cuando la asesinan por su realidad. Cuando se encuentra su cadáver en una plantación de soja, tres jóvenes, Luziane (Natália Mazarim), Bianca (Pamella Yule) y Cristiano (Rafael de Bona) se verán acompañados por su espíritu en un país que sigue matando a las personas LGTB.