Henry Sugar tiene todo el dinero que puede necesitar un hombre y más, es decir, tiene una gran fortuna, pero esto no le quita su afición a los juegos de azar. Una mañana, mientras desayuna lee el informe de un médico sobre un extraño hombre de la India que es capaz de ver a pesar de tener los ojos cosidos. Henry Sugar descubre que ese paciente ha desarrollado, además, otras habilidades. Por ello, el Sugar decide invertir parte de su fortuna en hacerse lo mismo que ese hombre, de tal forma que pueda usar esos poderes para conseguir más dinero.